Hoy me voy a ocupar de hablar sobre algunos problemas frecuentes para el emprendedor en materia de proveedores de gráfica y publicidad. Elijo este tema porque es sobre el cual considero que tengo mas experiencia “natural”, y al utilizar dicho termino me refiero a que tengo una relación inevitable con esta industria, porque provengo de una empresa familiar con mas de cincuenta años en este mercado. Por otro lado, daré unas recomendaciones desde mi experiencia pasada como agente de compras para un grupo de empresas multimedia argentino.
Instalo el tema de la elección del proveedor porque me encuentro asesorando a una marca de indumentaria que realiza sus primeros trabajos de impresión y me pareció oportuno traer el caso como una analogía de lo que ocurre muchas veces.
En el caso de la empresa que me contrato pude apreciar que, a primera impresión, me encontraba frente a emprendedores con poca experiencia en general, por eso, fue necesario que nos sentemos a conversar acerca de cuales eran sus objetivos para la marca. Su visión clara me dio una referencia para trabajar sobre el posicionamiento de la marca y en consecuencia desarrollamos los conceptos a trabajar.
Una vez decidido, los emprendedores eligieron encargar las etiquetas colgantes, sobres y carpetas institucionales a unos proveedores amigos que les brindaban la suficiente confianza de que el trabajo iba a salir adecuadamente. Esta decisión no me trajo los mejores presentimientos, tal vez, porque conozco acerca de la industria y se que siempre es necesario que el trabajo sea supervisado por alguien que cuente con un mínimo de experiencia en el campo. Un mes después recibí un llamado telefónico de los socios explicándome algunos de los problemas que esta experiencia les trajo. Lamentablemente sucedió lo que nadie esperaba.
El material gráfico no estaba en las mismas condiciones que se le habían especificado al proveedor. El gramaje de las hojas de las carpetas institucionales no era el pautado, era menor, por lo tanto se les había cobrado de mas por un material mas barato. Las etiquetas colgantes estaban mal cortadas y no estaban agujereadas tal como se había especificado en un principio, lo que dio como resultado largas discusiones entre los socios y el proveedor además de la perdida del dinero y tiempo de la operación.
Por esto recomiendo, siempre que sea posible, que tomemos precauciones a la hora de elegir al proveedor:
• Es recomendable que siempre se solicite cotización por escrito, esto dará una constancia para el reclamo en el caso de que el trabajo no salga como se esperaba.
• Por otro lado, recomiendo solicitar muestras del trabajo antes de que se imprima, esto permite tener una idea previa de cómo quedará impreso.
• Plazos: Es importante pactar de antemano cual será el plazo de tiempo de impresión para que no surjan malos entendidos a posteriori. Si es mediante forma escrita, mejor aún.
Conclusión
Cada vez que iniciamos operaciones con un nuevo proveedor o que entramos a una industria con la que no tenemos experiencias previas, debemos pedir, al menos, tres presupuestos. También es de utilidad interiorizarnos en los procesos del servicio y nunca esta demás solicitar ayuda a un profesional que tal vez signifique un poco mas de inversión pero nos dará la tranquilidad de que el trabajo saldrá tal cual fue concebido ahorrándonos los gastos de volver a hacer el trabajo porque el proveedor no cumplió con las expectativas.
Me despido entonces citando al famoso refrán “a veces lo barato sale caro”.
Saludos,
Pablo Fabris
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