Por Linnu
De un tiempo a esta parte, el mundo de la música se viene reciclando. Bandas que en su momento fueron incomprendidas, hoy en día son íconos o llamadas “de culto”, tomadas por una generación posterior que decidió que ese viejo hit era lo suficientemente grande como para que se olvide la agrupación que lo interpretaba en su momento.
De esta forma, viejas bandas como The Police, Stone Temple Pilots y el ya citado por este blog Faith No More, son algunas de las bandas internacionales que volvieron vendiendo millones de entradas a sus conciertos alrededor del mundo entero. Y a nivel nacional, la bandera de nostalgia la llevaron desde Soda Stereo y Los Fabulosos Cadillacs hasta Rata Blanca y Vox Dei.
Y es que las ganancias que estas vueltas al ruedo generan son, en su gran mayoría, superiores a los últimos recitales antes de la separación. Y este no es un dato dejado de lado ni por las discográficas ni por los propios músicos.
A continuación, algunos casos resultantes de este fenómeno contemporáneo del pasado.
“Nos tenemos que juntar…”
En el 2004 se emitió por la cadena televisiva VH1 un reality show llamado “Bands Reunited”. En dicho programa, el conductor se encargaba de viajar por el mundo buscando a miembros de alguna banda ya separada, con el fin de que se junten a charlar de la vida, y que realicen otro show para un grupo reducido de fans. Con diferentes resultados, algunas bandas llegaron a hacer ese último recital, pero la mayoría de ellas no siguió dando más conciertos luego de aquel.
Dicho programa fue bien recibido por el público fanático de estas bandas, pero no así por los integrantes de las agrupaciones que no se querían reunir ni por plata. De la misma manera, hubo un caso en los que los fans se pegaron una gran desilusión: cuando la banda Information Society anunció su recital (al que, por cierto, había concurrido gente desde diversos países), el cantante, Kart Harland, se bajó del proyecto a último momento, por cambios de opinión.
Por otro lado, un par de bandas, como Squeeze y Klymaxx, siguen tocando desde que este programa los reunió y, obviamente, siguen tocando sus viejos éxitos.
Grandes Éxitos
Así como la televisión utilizó un programa para generar ganancia con las reuniones, las discográficas también lo hacen con sus artistas. Incluso, a veces se editan discos de bandas que se encuentran separadas, pero cuyo incremento de popularidad entre los oyentes hace que sus temas vuelvan a ser remunerables. Hay diversas técnicas para que estos discos sean vendibles: temas nuevos, lanzamientos de “lados B”, reversiones de temas… Todo vale cuando se trata de hacer dinero con lo ya vendido.
Otra técnica de venta es la de remasterizar los viejos discos, que no es más que cambiarle o elevarle la calidad del audio a los temas. O sea, subirle los volúmenes de manera prolija, para que los nuevos estándares de sonido estén en regla. Esto significa, en parte, dejar de lado el rango dinámico sonoro con el que contaban originalmente, y a su vez hacerlos más impactantes para un público que prefiere el sonido abrumador a los pequeños detalles.
Imágenes del pasado, hoy
Y, por supuesto, no podemos dejar de lado aquello que más plata deja a los músicos, más allá de los discos y demás regalías: los shows en vivo.
Hoy en día, las productoras de espectáculos pagan cada vez sumas de dinero más grandes a los músicos de diversas bandas, ya sea para que se reúnan, o para que toquen en su país una vez reunidos. Y esto es lo que más deja de ganancia neta a los músicos y productores. Se sabe que los nuevos y los viejos fanáticos pagarían lo que fuera por ver a su banda tocar nuevamente. Gente que va hasta la mayor cantidad de fechas que pueda pagar. Bandas reunidas que tocan varias fechas por ciudad visitada. Bandas soporte de importancia comparable con la principal. Todo suma, todo es remunerable.
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