Investigando, como es habitual, en este medio de información tan útil como lo es Internet di con el caso de seis emprendedores llamados Sarapura que encontraron el punto justo entre la necesidad del mercado y sus pasiones, pasar música y agasajar al público. La vuelta de rosca que plantean al negocio de los "disc jokeys" es que remixan clásicos en vivo, lo cual es una novedad, ademas del alquiler de equipos y otros servicios adicionales como ambientación de infraestructuras. El servicio consiste en "Dj´s a medida de la necesidad de cada evento".
Veamos este extracto de la versión digital de la revista Apertura.


Seis disc jockeys formaron Grupo Sarapura, empresa que amplió sus actividades a la provisión integral de servicios para eventos. Facturarán $ 2,5 millones en 2008.

Todos empezamos en la secundaria, siendo el típico amigo que pone música de onda en una fiesta o un tercer tiempo”, relata Santiago Ortíz, socio fundador y actual CEO de Grupo Sarapura (GS). “En algún punto, nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo en serio si nos juntábamos”, confiesa, en su oficina de Recoleta. Con 400 metros cuadrados, seis salas de reunión totalmente equipadas y ambientadas, y hasta un estudio de producción musical, Ortíz dice que es la mejor prueba de los resultados del grupo de seis DJs, completado por Pedro Sarapura, Rodrigo Yañez, J. Diego Martín Larrea, Tati García Juanico y Martín Bernardo.

Los servicios de “DJs” fueron sólo el origen de la compañía. “Lo nuestro se define como entretenimiento, y va desde el civil para 50 personas en tu casa, hasta la fiesta de fin de año de una multinacional en La Rural o una presentación de producto”, ejemplifican. De hecho, en 2006, inauguraron una nueva modalidad de negocio: equipar salones de terceros, con inversiones que van desde US$ 50.000 hasta US$ 100.000, para luego convertirse en proveedores exclusivos por convenio. Aquel año se hicieron dos salones, en 2007 se sumaron ocho y, este año, ya cuentan con un total de 15.

Por otro lado, GS continúa trabajando con fiestas y eventos fuera de esas locaciones, para los que terceriza el alquiler de equipos. “En un mes pico, como marzo o diciembre, podemos llegar a tener 20 fiestas por noche y 100 personas trabajando”, asegura. La facturación anual de la empresa para 2008 superará los $ 2,5 millones y, para el próximo ejercicio, los pronósticos más optimistas indican un crecimiento del 50 por ciento. “Para ser honesto, con la crisis económica, si fuera un 25 por ciento estaríamos conformes”, matiza. Grupo Sarapura tiene actualmente una plantilla de 22 personas fijas y alrededor de 30 DJs free lance.
El rubro de eventos corporativos es el que mayor proyección muestra. Este año, tuvieron a cargo el dispositivo de sonido y video de la Copa Davis en las tres series que se jugaron en el Parque Roca. No sólo adentro del estadio, sino también en las carpas de los sponsors, lo cual les dio la posibilidad de mostrarse a las grandes empresas. “Esto fue más un pedido de las empresas que una iniciativa nuestra”, dice Ortíz. Entre los planes para el futuro, figura la idea de generar una compañía nueva, totalmente independiente, que se dedique exclusivamente a profesionalizar el servicio de eventos para empresas. Además, el CEO del grupo, que opera también en Punta del Este, desliza que buscan tomar posiciones en Córdoba, Rosario y Salta, por ser mercados culturalmente similares al de Buenos Aires.

“Todos tienen los mismos equipos, pero la diferencia está en las formas y en la optimización de los recursos”, aseguran en GS. Otra clave, dicen, es la profesionalización de su management: la mitad de los socios pasaron por cursos de dirección de PyMEs. Ortíz destaca que los proveedores son aliados estratégicos indispensables, pero distinguen: “No sabemos por qué, pero por algún motivo, el DJ es la persona de referencia en un evento”.
Los emprendedores creen que el techo depende de ellos. “Es como si hubiéramos navegado por el Delta durante un par de años y ahora llegamos al océano”, cierran.

Fuente: Apertura.com
Periodista: Tomás Garzón de la Roza
Links: Grupo Sarapura / Apertura.com

Lo interesante de este caso, es que se aprovecharon los recursos y capacidades de los integrantes, la organización ayudo a crear un servicio solido y a partir de ello, como ocurre normalmente, surgieron nuevos negocios adicionales.
Hoy lamentablemente esto es algo poco visto con muchos emprendedores provenientes de la música. La falta de planificación y coordinación para alcanzar un objetivo en común termina generando perdidas y con el tiempo derrumbando a la alianza, y esto inevitablemente perjudica la química creativa que antes existía entre los integrantes.


Saludos,
Pablo Fabris.