Hace algunos días recibí algunas consultas, y me encuentro encaminado a plasmar mis pensamientos respecto a estos tópicos, porque los veo de forma frecuente como una problemática de muchos jóvenes emprendedores.
La pregunta sería como integrar las tres cosas, que son bien distintas. No todos los emprendedores son iguales, en mi opinión, podría separarlos en tres tipos posibles de acuerdo al grado de experiencia:
§ El especialista en la producción del bien que resta importancia a los estadios posteriores, como por ejemplo la administración de los procesos, o el plano comercial del negocio. Esto ocurre con muchos que recién comienzan.
§ Aquellos que son mas prácticos en todo el proceso, por eso tienen facilidad para evaluar fríamente todas las etapas.
§ Aquellos que son también prácticos porque conocen mucho mas sobre los aspectos comerciales y por eso prefieren tercerizar la producción del bien evitándose varios dolores de cabeza.
Quiero hablar sobre aquel que no tiene conocimientos de la parte comercial del negocio, las cuestiones organizativas y del management de la empresa, estos recientes iniciadores.
Para que se lleguen a resultados exitosos, el emprendedor debe comprender que debe gestionar un gran proceso que tiene varias etapas, y que su especialidad tiene lugar en un tramo del ciclo, y no por eso debe minimizar a los estadios posteriores. Al tratarse de una cadena es necesario coordinar e integrar a todos los eslabones, como he mencionado en otras oportunidades, por eso deben coincidir el tiempo y forma planteados en un principio porque de lo contrario todo el proceso resultará perjudicado, peligrando el producto final. Muchos de estos emprendedores se vuelven minuciosos en la búsqueda de la calidad y excelencia, lo que termina posponiendo sus plazos.
No critico la búsqueda de la calidad y excelencia en todos las etapas, de hecho es necesario que así sea para generar una ventaja competitiva dependiendo de cada industria, sino que enfoco mi atención a la incapacidad de respetar los plazos propios.
El emprendedor esta por su cuenta, solo, y esto muchas veces le hace perder objetividad, y en muchos casos pierde la capacidad de ser sincero consigo mismo. Esto se emparenta con el grado de compromiso con si mismo que tenga. Si este joven no quiere ver que sus propios aspectos negativos pueden perjudicar a su negocio es un mal comienzo y esto empeora aún mas cuando no se respeta en sus plazos. El camino debe comenzar con honestidad aceptando los propios defectos y virtudes para aprovechar lo bueno y mejorar en lo malo.
Pongámoslo de la siguiente manera; el emprendedor del que estamos hablando debe poder pensar desde dos aspectos antagónicos:
§ Uno de estos es el amor y la pasión por el detalle en una determinada etapa del proceso.
§ El otro concepto antagónico es la capacidad de tomar distancia y equilibrar fríamente todos los pasos hasta el producto final, y pensar que es un producto que se va a vender a un mercado, por lo tanto tiene que estar en el punto de venta en el momento adecuado.
Tal vez la clave seria buscar la mejor excelencia posible dentro de un plazo de tiempo determinado. Amar a todo el proceso. Digo la palabra amar porque en muchos casos es la única forma de lidiar con la molestia de algo que no nos gusta, pero que irremediablemente tenemos que hacer. Con el amor viene la pasión, y la pasión en todo el camino es la que marcara la diferencia en el punto de venta, en el uso del producto o en el placer del consumidor que nos compre.
Saludos,
Pablo Fabris
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